El Book de Modelos y la Realidad de las Escuelas de Modelaje en Uruguay

Tener un book de modelos profesional sigue siendo el primer paso para cualquier persona que quiera iniciarse en el mundo del modelaje. Un buen book no es solo una colección de fotos, sino una carta de presentación visual que refleja la personalidad, el estilo y el potencial de cada modelo. Las agencias y productores valoran mucho la naturalidad, la actitud frente a cámara y la coherencia entre las imágenes.
Hoy en día, incluso en redes sociales, un buen book puede marcar la diferencia entre pasar desapercibido o conseguir oportunidades reales.
Sin embargo, detrás de esta primera etapa también existe una realidad que muchos desconocen: el negocio de las escuelas de modelos.
En la actualidad, muchas escuelas de modelaje funcionan más como empresas que como espacios de formación artística o profesional. La mayoría busca contratar al fotógrafo más barato para reducir costos, sin tener en cuenta la calidad del trabajo ni el resultado final que obtienen sus alumnas. Lo curioso es que muchas veces el book termina siendo el reflejo de esa elección: fotos comunes, sin dirección fotográfica ni intención, hechas solo para cumplir con el trámite.
En mi caso, con más de 25 años de experiencia como fotógrafo, he trabajado con muchísimas modelos y también con varias de las profesoras que hoy dan clases en distintas academias. En su momento, muchas de ellas trabajaron conmigo en desfiles y producciones con modelos importantes. Algunas lograron seguir creciendo y hoy viven en el exterior o continúan activas en el mundo de la moda; otras, en cambio, terminaron trabajando en tiendas o emprendimientos personales, aunque mantienen su vínculo con el modelaje dando clases.
Esa evolución es natural: el modelaje cambia, los tiempos cambian, y no todas las personas tienen las mismas oportunidades o el mismo rumbo.
Pero lo que sí me parece importante destacar es que el valor del trabajo profesional —ya sea del fotógrafo, del productor o del maquillador— es lo que realmente marca la diferencia entre un simple curso y una formación seria.
Cuando una escuela busca únicamente abaratar costos, termina transmitiendo a sus alumnas una idea equivocada: que lo barato alcanza, que cualquiera puede hacer fotos, o que el éxito depende de tener una cuenta en redes sociales. Y la realidad es otra: una modelo profesional se construye con constancia, con buena dirección y con una presentación visual sólida.
Por eso, antes de invertir en un curso o en una escuela, siempre recomiendo mirar los trabajos reales que se han hecho con las alumnas anteriores y, sobre todo, quién fue el fotógrafo detrás de esos books. Porque en este rubro, la imagen lo es todo.