Fotografía de Desfiles en Uruguay

Técnica, estilo y una mirada honesta al detrás de escena

La fotografía de desfiles de moda en Uruguay combina técnica, criterio y sensibilidad para captar la esencia de cada look. Con el paso de los años noté cómo este tipo de eventos fue cambiando. Hace una década los desfiles eran más grandes, más frecuentes y contaban con producciones más ambiciosas. Hoy siguen existiendo propuestas de muy buen nivel, pero en formatos más reducidos, más puntuales y diseñados para momentos específicos.

Ese cambio natural del sector también transformó la manera en que se los fotografía. Ya no alcanza con “estar y disparar”; la pasarela exige una mirada cuidada, respetuosa del diseño y coherente con la estética de cada marca.

El rol real de la fotografía en un desfile

Un desfile es el resultado del trabajo colectivo de diseñadores, estilistas, maquilladores, modelos y productores. La fotografía tiene la responsabilidad de reflejar:

  • los colores reales de las prendas
  • texturas, volúmenes y detalles
  • el styling y la caída de la ropa
  • la iluminación y estética general del show
  • la esencia de cada colección

Una buena foto potencia la propuesta. Una mala puede restar o distorsionar el trabajo del diseñador.

Cuando el presupuesto pesa más que la calidad

En muchos eventos aparece un tipo de fotógrafo que se ofrece por tarifas muy bajas y cuya motivación no siempre es el trabajo en sí, sino simplemente estar presente en el ambiente. Es algo que se ve muy seguido en Uruguay: cuando el presupuesto es ajustado, se elige lo más barato sin evaluar el impacto visual que eso puede dejar.

Y los problemas se notan de inmediato.

• Cambios en el color real de la prenda

Una edición excesiva o incorrecta puede alterar tonos, saturaciones y texturas. Lo que fue diseñado para verse de una manera termina pareciendo otra.
Un vestido celeste puede verse azul eléctrico.
Una tela satinada puede parecer plástica u opaca.

• Falta de criterio al seleccionar

Hacen miles de disparos, pero suben todo sin filtrar. No hay curaduría, no hay cuidado, no hay búsqueda editorial.

• Fotos que perjudican a las modelos

Este tipo de fotógrafos —que además suelen tener pocas redes y poco alcance— suben cualquier foto sin revisar. No seleccionan ni editan correctamente, y publican imágenes que nadie involucrado en el evento querría que aparecieran en internet.

Esto genera situaciones como:

  • gestos desfavorables
  • ojos a medio parpadeo
  • poses incómodas
  • fotos movidas
  • ángulos que no favorecen
  • imágenes tomadas fuera de contexto

Aunque el fotógrafo tenga pocos seguidores, las fotos igual circulan. La gente las guarda, las comparte en grupos, o incluso terminan viralizándose por el simple hecho de ser desafortunadas.
Y lo más frustrante es que, muchas veces, las fotos malas se vuelven más visibles que las buenas, perjudicando tanto a la modelo como a la marca y a la producción.

• No respetar la luz del show

Cada desfile tiene una iluminación pensada para realzar la colección. Cuando se edita sin criterio —cambiando temperatura, sombras o saturación— se modifica la intención original del diseñador.

Al final, lo barato termina saliendo caro.

Una forma profesional de abordar un desfile

No se trata de especializaciones cerradas, sino de trabajar con responsabilidad y sensibilidad visual. Una cobertura cuidada incluye:

  • respetar el color real de la ropa
  • elegir cuidadosamente qué se publica
  • usar velocidades y aperturas adecuadas para la pasarela
  • mantener la estética original del evento
  • entregar material que represente correctamente la producción
  • cuidar la imagen de todos los que participan

Es una cuestión de profesionalismo y de respeto por el trabajo en escena.

Aspectos técnicos que marcan la diferencia

  • Velocidad entre 1/320 y 1/640 para captar el paso sin perder nitidez.
  • Aperturas entre f/3.5 y f/5.6 para mantener detalle en rostro y prenda.
  • Enfoque continuo para seguir el movimiento en pasarela.
  • ISO adaptable según la iluminación del show.
  • Edición natural para que la prenda se vea como es.

Backstage: la parte humana del evento

El backstage siempre suma una dimensión diferente:
preparación, maquillaje, ajustes finales, nervios, risas y detalles previos a la salida.
Son imágenes que completan la narrativa y muestran el esfuerzo detrás de la pasarela.


La fotografía de desfiles de moda en Uruguay sigue siendo un espacio apasionante lleno de creatividad. Aunque haya menos eventos que hace diez años, la dedicación detrás de cada producción sigue siendo enorme. Y justamente por eso, la fotografía debe acompañar con responsabilidad: respetar la estética, cuidar la imagen de quienes participan y transmitir la esencia real de cada colección.

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