Fotógrafos sosos… y dónde encontrarlos

No todo el que sostiene una cámara es fotógrafo. Y no todo el que está en un evento sabe lo que está haciendo. En cada desfile chapucero, en cada pseudo evento VIP con famosos que van por el pollo, el canapé o el regalito, ahí están ellos: los fotógrafos sosos.
¿Quiénes son los fotógrafos sosos?
Son esos que llegan con una cámara que no saben configurar. Sacan mil fotos, pero no entregan ninguna buena. No dirigen, no piensan, no editan. Y lo peor: están más atentos a lo que hacés vos que a lo que hacen ellos.
No tienen estilo propio, por eso viven copiando al que trabaja en serio. Si vos marcás un ángulo, ahí aparecen. Si vos pedís una pose, ellos la repiten. No son colegas, son sombra. Y muchas veces, molestan más de lo que ayudan.
El circo detrás del flash
En muchos eventos, sobre todo los de bajo presupuesto disfrazados de «VIP», estos personajes son parte del show. Sirven de circo, sí, pero un circo barato. El problema es cuando entorpecen el trabajo de los que estamos para hacer las cosas bien: interrumpen, distraen a los modelos, se meten en el cuadro, y hasta te preguntan cosas básicas como si estuvieran en un curso gratuito.
No se trata de quién tiene la mejor cámara o más seguidores. Se trata de profesionalismo, actitud y respeto.
Lo que no hacen
- No estudian.
- No invierten.
- No editan.
- No entienden de luz, de composición ni de dirección.
- Pero están en todos lados. Como si eso fuera suficiente.
Lo que sí deberías buscar
Si vas a contratar un fotógrafo, o si sos parte de un evento y querés imágenes que valgan la pena, fijate quién trabaja y quién está de adorno.
Buscá al que se anticipa, al que aporta ideas, al que dirige sin invadir. Al que edita, entrega a tiempo y deja contenido con valor, no solo “fotos”.
Conclusión
Hay fotógrafos que se esfuerzan por hacer de cada imagen algo único. Y hay otros que están por estar, esperando la bandeja con bocaditos y mirando de reojo a ver qué pueden copiarte.
Identificalos. No los alimentes. Y si podés, mantenelos lejos de tu trabajo.
Porque una foto mediocre se olvida.
Pero una sesión arruinada por un soso… te deja con bronca.
Leé más artículos sobre fotografía y producción en mi blog:
www.pablopena.online