¿Nómada Digital? Sí, pero No Siempre Viajando. Mi Vida en Montevideo

Aunque muchos imaginan al nómada digital viajando sin parar, mi historia es distinta. Soy nómada digital en Montevideo, y elegí quedarme quieto por un tiempo en esta ciudad vibrante.
Porque sí, es posible vivir y trabajar remoto en Montevideo y mantener un equilibrio entre productividad y calidad de vida.

Ventajas de ser nómada digital en Montevideo

Si me preguntas qué hago, te diré que soy nómada digital. Y sí, mi trabajo me da esa libertad increíble de poder abrir mi MacBook y trabajar desde una cabaña montada sobre un lago, con vista a un volcán, si quisiera. La teoría dice eso, y es cierta. Tengo la llave de esa posibilidad en mi mano.

Pero la foto completa, mi realidad día a día, es un poco diferente a la postal típica de Instagram. Porque mientras tengo esa libertad de elegir dónde estar, mi «dónde» elegido, mi centro de operaciones, mi cable a tierra… es Montevideo.

Ser nómada digital en Montevideo no significa estar siempre en movimiento, sino tener la opción de elegir desde dónde vivir, crear y conectar.

Nací acá, en esta ciudad que amo, con su ritmo particular y su Rambla infinita. Vivo en Palermo, cerquita del Río de la Plata, disfrutando esa sensación única que da estar tan cerca del agua. Y sí, vivo en Isla de Flores, el corazón del candombe… y aunque parezca raro siendo uruguayo, no soy fan del mate ni la piel se me eriza con el tambor. Son cosas de mi personalidad. Lo curioso es que, justo en las fechas clave de Carnaval o las Llamadas, ¡rara vez estoy en casa! La vida (y los viajes) me suelen encontrar en otro lado.

Mucha gente me pregunta: «¿Pero entonces no sos nómada digital si estás siempre en el mismo lugar?». Y mi respuesta es: «Sí, lo soy, pero a mi manera». Ser nómada digital, para mí, no es una obligación de estar mudándome cada 30 días. Es tener la capacidad y la libertad de hacerlo. Y a veces, la mayor libertad es elegir quedarse en el lugar donde te sentís bien, en tu centro.

¿Por qué elijo estar (en gran parte) en Montevideo, mi casa?

1. La Fuerza del Hogar: No hay nada como estar en tu lugar. La gente que querés, los códigos, sentir que perteneces. Estar rodeado de lo familiar te da una energía y una paz que no siempre encontrás cuando estás de paso constante.
2. La Productividad Genuina: Seamos sinceros, viajar constantemente cansa. Desempacar, empacar, buscar un buen wifi, adaptarse al huso horario… todo eso le quita energía al trabajo. Estar en mi casa, con mi espacio montado, me permite ser mucho más eficiente, concentrarme de verdad y sacar adelante los proyectos con la cabeza clara.
3. Vivir de Verdad el Lugar: Aunque Montevideo sea «mi» lugar de toda la vida, vivirla como nómada digital (con la flexibilidad que eso implica) te permite redescubrirla. Tener tiempo para caminar sin rumbo por mi barrio, encontrar joyitas escondidas que antes no veía, ir a los mismos lugares y que te conozcan. Es una conexión más profunda. Disfrutar de la Rambla en diferentes momentos del día, o simplemente sentarme a mirar el Río. Eso solo te lo da la constancia.
4. Construir a Largo Plazo: Mis proyectos (¡como ayudar a otros con sus blogs!) necesitan tiempo y dedicación constante. Es mucho más fácil construir algo sólido y escalable cuando tenés una base estable, aunque esa estabilidad sea solo una elección momentánea dentro de tu libertad nómada.

Entonces, mi vida como nómada digital se resume en esta dualidad: tengo mi base en Palermo, desde donde disfruto de la Rambla, y desde aquí me conecto con el mundo. Mi trabajo, que me apasiona profundamente, me permite planificar mis viajes cuando siento que es el momento adecuado. Y, claro, disfruto de cada uno de ellos al máximo.

Un ejemplo claro de esto fue cuando pasé tres años metido de lleno en un proyecto en El País. Ahí me tocaba filmar y editar entrevistas multicámara todas las semanas. Además, mi agenda siempre estaba abierta para cubrir eventos empresariales, hacer fotos para modelos o trabajar en books, lo cual, como sabrás, requiere estar físicamente en el lugar. Aunque hoy en día la tecnología y la inteligencia artificial están cambiando un poco el juego de la fotografía, hay cosas que simplemente no se pueden hacer a distancia, como estar ahí en el momento exacto.

Lo que aprendí de todo esto es que, aunque el nomadismo digital me da la flexibilidad de moverme cuando quiero, mi trabajo de fotógrafo y videógrafo necesita que esté presente donde se lleva a cabo la acción. Y eso es lo que le da el valor real a este estilo de vida: no se trata de estar siempre viajando, sino de saber cuándo quedarme en un lugar y cuándo es el momento de ir a buscar nuevas aventuras.

He visto que mucha gente frena sus ganas de tener un blog o compartir sus experiencias porque sienten que no cumplen con el «molde» del viajero 24/7. ¡Y eso es un error! Tu perspectiva desde tu rincón del mundo (sea Montevideo, o cualquier otro lugar al que llames hogar temporal o permanente), tus desafíos trabajando remoto, tus reflexiones, tus viajes pasados, tus planes futuros, tus particularidades (¡como ser de Palermo, de café/té en vez de mate, y «huirle» al candombe en Carnaval!)… todo eso es contenido real, humano y que conecta.

La gente no solo quiere ver fotos de destinos, quiere leer a la persona detrás. Quiere entender cómo te organizas, qué sentís, qué aprendes. Y tu experiencia, viviendo como nómada digital pero con la raíz puesta aquí, en tu propia ciudad, es una historia que vale la pena contar.

Por eso, una de las cosas que más disfruto es ayudar a otros a poner esa voz, esa historia única, en el mundo digital. Porque entiendo que tu «viaje» no tiene que ser igual al de nadie más.

Si sentís que tenés algo que compartir sobre tu forma de vivir, trabajar, o explorar el mundo (a tu propio ritmo, desde donde sea que estés), y querés un lugar que sea realmente tuyo en internet, hecho a tu medida para contar tu verdad… sé que puedo ayudarte.

Me especializo en diseñar blogs de viajes (y de vida nómada) personalizados. Sitios que no son plantillas genéricas, sino el reflejo de tu identidad y tu experiencia.

Si te resuena esto y querés explorar cómo podemos crear ese rincón digital para vos, te invito a que le eches un vistazo:

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Anímate a contar tu historia. Tu «nomadismo», sea cual sea, es una aventura fascinante. ¡Y desde Montevideo, o desde donde estés, tenés mucho para inspirar!